En las últimas décadas estamos asistiendo a la degradación paulatina de la familia en el microcosmos del pequeño circulo familiar y en el macrocosmos en la gran familia humana que formamos todos.

“Divide y vencerás” es la táctica empleada por las fuerzas que buscan des-estructurar a nuestra especie y no entramos aquí a analizar los porqués, cuya finalidad, al separarnos por motivos de raza, ideología, clase social, creencias religiosas, elecciones alimentarias, filosofías de vida, es debilitarnos a todos e impedir que alcancemos las decisiones globales que necesitamos tomar en UNIDAD, como por ejemplo:poner fin a la guerra, al maltrato, abuso, injusticia, el 5G y en positivo, promover la redistribución justa de la riqueza y recursos.

Muchas personas incluida yo, hemos sufrido en nuestras carnes no tener familia, por los motivos que sean.

La soledad del que no tiene familia puede ser muy desgarradora y si ese aislamiento y exilio del clan familiar se produce desde muy temprano, puede condicionar toda una vida causando estragos físicos, mentales, emocionales y espirituales.

Por otra parte, ese ostracismo te permite poder observar las familias desde afuera, con cierta imparcialidad pues tu no estás inmerso ni enmarañado en una estructura que hasta hace poco ha estado teñida ella también, así como toda la sociedad, con el virus del Patriarcado, la mentalidad dominante y hegemónica que ha regido a la humanidad desde hace varios milenios.

Vivir en el exilio familiar te permite desprogramarte más rapidamente de los apegos inconscientes del juego familiar y también te permite valorar lo saludable de la familia y el potencial tan beneficioso que puede tener ese concepto de FAMILIA HUMANA en la que expandimos las fronteras de nuestro pequeño núcleo o clan y nos consideramos todos parte de una misma familia.

Muchas tribus en culturas ancestrales existentes aún hoy en día funcionan de ese modo: toda la tribu es la familia y todos los hijos se crían y educan desde ese espacio colectivo. Las madres son madres para todos los niños y las abuelas, abuelos lo son para todo el clan. Los padres ejercen de protectores para toda la colectividad ejerciendo tareas y responsabilidades que benefician a todos.

En el mundo espiritual, ya seas de la tradición que seas, tienes Madres, Abuelas, figuras paternas en el mundo sutil alineados con los valores más benévolos y dispuestos a ayudarte e incluso a “adoptarte” si lo necesitas.

Personalmente he conectado mucho con las Abuelas que forman parte de la “Casa de lo Divino Femenino” por llamarlo de algún modo. Las encuentras en planos sutiles alrededor de un fuego, y cuando las llamas, te invitan a que te sientas con ellas y compartas cómo te sientes y qué te sucede. Te abrazan desde ese mundo sutil, te dan consejo, te dan alimento espiritual que nutre tu alma y están contigo hasta que recuperes la fuerza, su amor es como el más potente caldo reconstituyente que te hace recuperar la fe, la fuerza, la voluntad, las ganas, la motivación, la chispa.

No estamos solos.

Ahora bien, del mismo modo que en planos sutiles nos encontramos con el aspecto luminoso de la familia, podemos igualmente caer en lo que se ha dado en llamar “conexiones compasivas” o conexiones falsas que simulan los lazos familiares por parte de fuerzas del bajo astral que reconocen nuestras carencias y necesidades afectivas y emulan, falsifican a las presencias espirituales auténticas que proporcionan ese apoyo real, para engancharse a nosotros de forma parasitaria bajo la promesa de ofrecernos compañía y apoyo a cambio de vampirizarnos, sin que nosotros hayamos acordado nada de eso con esas fuerzas.Los niños que son criados con mucha soledad son presas fáciles de esa forma de parasitación, debido a la gran necesidad de socializar que tienen.

Como en todo, el discernimiento es nuestro amigo y, poder reconocer qué fuerza sutil se acerca a nosotros y cuál es su intención, es esencial.

Pero además de proporcionar apoyo puntual e individual, la invitación que se nos está haciendo desde el mundo espiritual es a RECUPERAR LA FAMILIA HUMANA. Este concepto es absolutamente crítico y no vamos a pasar al siguiente estadio hasta que no logremos unificarnos como especie, no ya en una unidad al estilo Orweliano o estilo Gran Hermano donde todos estamos unidos en trance para ser mejor manipulados y mantenidos en el redil, esto es lo que se llama en inglés “the hive mentality” que es una mentalidad muy insectoide y parasitaria cuando es vivida desde la absoluta parasitación.

No. La invitación es a re-constituirnos en una Familia Humana despierta, consciente, unida con el corazón abierto, aceptando nuestras diferencias sin que por ello esas elecciones que tomamos individualmente nos dividan y separen. Permitiéndonos vivir nuestras diferencias en el amor y el respeto.

Cuando alcancemos ese estado, nuevas puertas se abrirán para nosotros y entonces ocuparemos realmente el lugar que nos corresponde.

Hasta entonces, solo tenemos dos (o tres) direcciones hacia las cuales caminar: hacia la Unidad auténtica de la familia humana o hacia la separación o falsa unificación humana bajo formas de control de masas.

Las fuerzas que buscan desviarnos de la mejor senda para la Humanidad se están cebando con la polarización actual de la humanidad.
¿Queremos degenerar cuando tenemos tanto potencial para vivir desde nuestro máximo y más beneficioso potencial?

¿Qué eliges? ¿Qué elegimos?

Comienza por conjugar más tus verbos incorporando el NOS, el NOSOTROS desde una consideración genuina e incluyente en tu forma de pensar y velar por el mayor bien de TODOS.

Barbara Meneses

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