Un mensaje anti-ventas
A menudo acuden a nosotros personas que buscan que les resolvamos sus problemas, que les eliminemos la negatividad, la energía densa que les rodea, los problemas que tienen.
Comprendo que alguien desee quitarse esas cosas de encima. PERO… si te detienes un momento a contemplar, eso que tú llamas negatividad, o situaciones complicadas, dinámicas familiares complejas, es el ORO que tú necesitas extraer de tu vida para crecer, evolucionar, experimentar, despertar, liberarte, tomar conciencia.
Si llego yo o cualquier terapeuta y te «quitamos eso», te estamos quitando el oro que necesitas descubrir, te quitamos una parte sustancial de tu viaje vital. Te estamos quitando tu premio, tu tesoro, tu regalo y tu don. Porque no podrás descubrirlo por ti mismo si nosotros quitamos los pasos anteriores que son incómodos, si señor, pero que te sacarán de tu zona de confort y te llevarán rumbo a tu Destino. ¿Quieres eso de un terapeuta?
No nos pidas que resolvamos tus problemas. Pídenos que te ayudemos a equilibrarte para mejor hacer frente a ellos. Que te demos fuerzas, pero nunca nos entregues tu poder personal para obrar los cambios que solo tu necesitas hacer en tu vida.
No me pidas eso pues te lo negaré. Te lo negaré con todo mi amor, sabiendo que quizás en unos años, te acuerdes de mi negativa y me lo agradezcas aún sin palabras, simplemente porque reconozcas que ahora te sientes orgulloso-a por el trabajo que emprendiste contigo mismo-a, señal de tu amor por ti mismo, de tu deseo de acompañarte a ti mismo en tu camino vital.
Antes de llamar a un terapeuta, contempla tus motivaciones para hacerlo. Busca apoyo pero no entregues tu poder ni tu soberanía.
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