Hace unos días, una persona me dijo: «me encantan las prácticas que organizas pero esta de «No es maravilloso» no la estoy siguiendo porque yo ya soy muy positiva».Al tiempo que me dijo eso, esa persona me estaba consultando por un problema que le ha surgido precisamente estos dias en el que precisamente su FALTA de positividad no reconocida la estaba sumiendo en una de las noches más oscuras del Alma posible, aquella en la que te crees que la Fuente te ha desconectado por siempre jamás de si misma y que has perdido todos tus dones y talentos por los «errores» que otros te han hecho creer que has cometido. No es un pensamiento muy positivo que digamos y ni siquiera es real, ni posible y mucho menos maravilloso.

La práctica «No es Maravilloso» no es una mera práctica. Es un camino de vida en excelencia… un camino en el que cambiamos radicalmente nuestro modo de pensar. Quien nos cambia la mente es la Fuente de toda maravilla, llámalo Dios, el Gran Espíritu, el Amor, lo Absoluto. Esa Fuente es maravillosa y piensa maravillosamente,por ello al realizar esta práctica hemos atraído a la Fuente como un imán hacia nosotros mediante nuestro enfoque en lo maravilloso de nuestra vida .

Es precisamente ese modo de pensar el que hemos trabajado por anclar en nuestra vida con esta práctica, elevándonos no ya hacia lo positivo sino hacia lo REAL, real de realismo y real de majestuoso.

Con esta práctica hemos podido percibir que los problemas son oportunidades de elevar nuestro modo de pensar, enfocado habitualmente en lo denso del «problema» hacia la percepción de la maravilla de la solución, que la Fuente ya colocó junto al problema para que jugásemos, maravillados, a descubrirlo.

Todo cambio de perspectiva se ve acompañado por un cambio en nuestra relación con la Fuente y la asignación de un sentido a lo que nos sucede.

Si esta persona que no quiso hacer la práctica y predicaba su optimismo , hubiese elevado su visión de si misma y de la circunstancia que llamó a su puerta, hubiera observado esa situación desde los ojos de la Maravilla, los ojos de la Fuente,..hubiera transitado por la experiencia que vivió no ya sufriendo el desgarro de una noche oscura del Alma sino abierta en la dicha, a la experiencia de una elevación de su positividad en algo mucho mayor, mucho más glorioso…

Por suerte, ¿No es maravilloso que a pocas horas de finalizar esta práctica,ese pensamiento maravilloso y no ya simplemente positivo que le transmitió la Fuente a través mío,, operó la transformación divina necesaria en esta persona para que saliese renovada, fortalecida, despertada y elevada de su auto-inflingida noche oscura del alma?

Salvar un Alma es tan sencillo como ayudarla a cambiar de perspectiva.

Bendiciones

Barbara Meneses

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