Con esta serie de posts me dirijo a la comunidad que se define como «espiritual», caminando en su camino de evolución consciente, crecimiento interior, despertar de la conciencia, camino espiritual, como queráis llamarlo.
Una de las lacras de esta comunidad espiritual ha sido precisamente fomentar la gran desconexión entre el cuerpo físico, la encarnación, la corporeización y el rechazo a vivir en el mundo físico de las formas. Existe demasiada literatura, grupos espirituales y tradiciones que buscaron liberar al hombre de su encarnación física para así deshacer sus apegos a lo material. y ELLO era necesario, pero el problema es como los alumnos, aprendices INTERPRETARON esa información…apartándose del mundo y desconectándose de la realidad del resto de la Humanidad. Se generaba así una nueva dualidad, un nuevo juicio y una nueva condena soterrada del que se define «despierto» frente al que es percibido como «dormido» por el supuesto despierto.
El aislamiento espiritual confinados en burbujas sutiles donde vivimos en nuestros mundos de color rosa, incienso y mirra no es la respuesta en absoluto en estos momentos, posiblemente nunca lo fue.
Hemos de espiritualizar la materia y no salir corriendo de la materia por miedo a que ella infecte nuestros débiles y frágiles logros espirituales.
El Aquí y Ahora solo puede darse en el mundo de la forma y es transmutando alquímicamente la forma como avanzamos espiritualmente y no despegándonos o saliendo corriendo de la forma. Muchas personas viven separadas de sus cuerpos físicos, viven a varios centímetros o incluso varios metros alejados de sí mismos, en el astral, desprendidos como están debido a su rechazo por encarnar en este mundo complicado y desafiante.
En estos momentos, hemos de estar más presentes que nunca en nuestros cuerpos porque hemos de reconquistar nuestra soberanía personal. Apartado de tu cuerpo físico desechándolo o teniendo miedo de él, No logras alcanzar esa soberanía personal. Es más, abres la puerta a que otros seres ocupen el lugar que te corresponde pero que tu mismo rechazas ocupar.
El siguiente paso de la Humanidad es recuperar la soberanía personal.
La acción espiritual que precisamos ejercer en estos momentos pasa por ser soberanos porque solo así podemos realmente asumir la responsabilidad de nuestros vehículos(cuerpos) y de nuestros pensamientos-emociones para poder reconducir nuestras acciones a un nuevo rumbo, que nos lleve a co-crear una nueva realidad LIBRE de las fuerzas oscuras que han asolado este planeta desde hace eones.
Ahora es tiempo de levantarse, de reclamar quienes somos auténticamente, de encarnar plenamente quienes somos y de ACTUAR.
No caigáis en la trampa espiritual de la inacción. Hemos venido a tumbar un sistema corrupto para construir un nuevo mundo. Adelante con fuerza y valor!
Bendiciones
Barbara Meneses