Se ha dicho hasta la saciedad, pero radiestésicamente hablando las Vibraciones del Amor y de la Gratitud son las radiaciones más elevadas y positivas que podamos cultivar. Meditar sintiendo Amor y Gratitud en cada fibra de nuestro cuerpo es medicina para el Alma, un bálsamo sanador espiritual que desciende sobre nuestros cuerpos mentales, emocionales, físicos y energéticos elevando nuestra vibración-base a cotas mayores. Desde esa elevación podemos contemplar los múltiples desafios de nuestra vida con los Ojos del Amor, los Ojos de la Gratitud. A través de ellos surgen nuevas soluciones, nuevos enfoques que nos sacan de los viejos estados de victimismo, «abandonismo», pesimismo y nos abrimos, como las flores, a experimentar la Vida tal cual Es. Libre de nuestras percepciones erróneas basadas en memorias que a su vez se generaron fruto de nuestras percepciones erróneas que compartimos colectivamente.

Amor y Gratitud!

Bendiciones

Barbara

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