Analizando los colores radiestésicos de este año que entra, se aprecia mucho Azul… el Azul está conectado con la sefira Jesed, la Bondad, la contrapartida al rigor, la severidad manifestada desde la sefira complementaria «Guevurá»… Normalmente cuando testamos colores radiestésicos para el mes y los hemos puesto en el calendario radiestésico del año en curso mes a mes, ese color es un remedio.
Si tenemos mucho azul, es mucho remedio quizás a mucha guevurá, mucho rigor.
En el Árbol de la Vida, el rigor/severidad de la sefira Guevurá nunca fue originalmente dirigida al ser humano ni a la tierra, sino que su propósito era contener y mantener a raya a las fuerzas densas. La cuestión que esas mismas fuerzas densas que se hicieron con el control del sistema astral, dirigieron ese rigor, la potencia de esa guevurá contra nosotros, los humanos en su lucha encarnizada por bloquear nuestro propósito vital y nuestra conexión con la Fuente.

Si el azul el Jesed, es más necesario que nunca, es porque hemos de recuperar nuestra alianza con la Fuente y en lo posible, hacer examen de conciencia de como y cuando, nos salimos de esa alianza corto-circuitándola con nuestros pensamientos, obras, acciones cuando caemos lejos de encarnar nuestra esencia verdadera y somos presas de la confusión, las tentaciones de esas mismas fuerzas astrales comprometidas con nuestra destrucción.

Usemos pues el Jesed para reconquistar la Guevurá y darle el propósito original que tiene esa dimensión del Árbol de la Vida, aquel en el que ganamos en fuerza, motivación, disciplina, para conquistar nuestras mejores metas.

 

FELIZ AÑO 2024

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Deseándoos a todos un muy feliz año nuevo… alejados del miedo y de los malos augurios…
Un año en el que comprendemos que es desde la radiación de nuestros corazones iluminados y amorosos, en plena conexión con la Fuente de todo Bien, que podemos manifestar nuestro mejor presente, aquel que nos alinea con nuestro más alto destino y propósito vital.
No desfallezcamos cuando veamos caer estructuras obsoletas a nuestro alrededor, comprendamos más bien que es la respuesta a nuestras oraciones pasadas que ahora vienen a abrirnos el camino hacia un mundo mejor.
Recordemos quienes somos y cuál es nuestra fortaleza real, que es grande,
Bendiciones infinitas,
«Yosev beseter Elyon, Betsel Shaddai itlonan»
«Whoever dwells in the shelter of the Most High (Elyon) will rest in the shadow of the Almighty (Al Shaddai)»
«Quien mora bajo el refugio del Más Alto, descansa al abrigo del Todopoderoso»
Salmo 91
Os comparto este primer versículo del Salmo 91… Si os fijáis, la frase nos dice que si tomamos refugio en El más Alto,(Elyon), descansaremos en EL Todopoderoso (El Shaddai). Elyon es el nombre de Dios que encontramos en Jesed, la sefira de la Bondad en el Árbol de la Vida, donde se encuentra como arquetipo el Patriarca Abraham. Moisés miraba hacia lo Más Alto, desde su sefira de Netzaj, hacia el Jesed la Bondad. Cuando ahí nos afianzamos, refugiándonos en la tienda de Abraham, quien practicó la hospitalidad máxima acogiendo a Dios mismo en su propia Alma, vemos como la sefira más delicada de todas, Yesod, donde se genera un «embudo» energético hacia Maljut con todas las influencias astrales y potencialmente negativas, se ven dispersadas por la fuerza de Al Shaddai, el nombre de Dios que repele a los demonios (Shed, que en inglés significa despojarse, ¿de adherencias?), las influencias tóxicas que nos fuerzan a manifestar su reflejo en el mundo material fruto de sus tentaciones y ataques opresivos.
Tenemos en este primer verso del Salmo, la respuesta remedio a muchas de las causas que nos oprimen: el mundo astral, las influencias lunares mal dirigidas porque el hombre cae presa del influjo del rigor y la negatividad promovida por las fuerzas densas.
Pero si somos capaces de recuperar el sentido de la Bondad, y con la hospitalidad que caracterizó a Abraham, abrimos nuestra morada interna a la Fuente de Todo Bien, desde esa radiación bondadosa, rompemos el influjo, la maldición y activamos a Al Shaddai en Yesod, para que a través de ese portal de manifestación, podamos reflejar en nuestra encarnación física, la potencia del Altisimo, el Jesed máximo. Y así… vencemos…( Al Shaddai es de hecho la combinación de dos nombres de Dios «Al» que es la abreviatura de «El Elyon» y «Shaddai», las sefira Jesed y Yesod, justo lo que estoy compartiendo).
Que esta descodificación os inspire, anime,ayude este año a posicionaros internamente en el mejor espacio posible para vencer todo aquello que preciséis vencer para salir victoriosos en vuestro camino.
Barbara Meneses