La información que se destila de las dos grandes líneas o narrativas, oficial por un lado y disidente-alternativa por el otro parecen describir para los próximos meses e incluso años un escenario nada positivo.

Existe una teoría sobre dos líneas de tiempo, una positiva y otra catastrófica. Ambas líneas estarían cruzándose en distintos nodos-eventos lo que hace que en ambas líneas se vivan eventos similares con intensidades muy distintas. Por ejemplo en una línea podríamos vivir un susto nuclear mientras que en la línea catastrófica podemos vivir una hecatombe a gran escala.

Sea en el escenario en el que nos encontremos, muchas personas se ven paralizadas ante eventos que les desbordan y superan porque entran en el rango de la política internacional, las decisiones de entrar o salir de guerras y ellos sienten, como ciudadanos de a pie que poco pueden hacer para influir a sus dirigentes. Ello solo viene a empequeñecerles y a colocarles en la casilla de la víctima desprovista de capacidad de maniobra y actuación.

Por otra parte, las narrativas están siendo expuestas siempre por medios, influencers que ganan dinero con la información que ofrecen ya sea mediante publicidad para sostener sus canales o suscripciones a sus servicios. Es importante recordarlo porque en esa necesidad de querer sobrevivir financieramente, se pueden exagerar las cosas, o pervertir de tal modo que se atrapa la atención de la audiencia con el fin de propagar la supervivencia del canal de turno. Esto mismo incluye por supuesto a los medios de comunicación quienes llevan años sufriendo crisis económicas internas que han puesto en JAQUE a su espíritu de independencia por su necesidad de pagar facturas, plantillas teniendo que someterse a dictados no siempre reconocidos por sus trabajadores de a pie pero que responden, en última instancia,  a la «mano» que paga y sostiene su inviable empresa mediática.

En círculos de habla inglesa se usan dos expresiones para calificar el tipo de información que se está ofreciendo en estos momentos sobre la situación actual «Hopium» y «Fear Porn«.  El opio de la falsa positividad y la pornografía del miedo.

El opio de la falsa positividad sería esa información que como una droga viene a satisfacer la necesidad lógica y natural que tienen las personas de sentirse seguras y de que todo va a salir bien, una forma de transitar por la vida «dopados» y anestesiados ante las cosas que realmente suceden, experimentándolas tal y como son, con toda su crudeza emocional y su intensidad.

La pornografía del miedo es la exageración de los eventos reales que suceden mediante el despliegue de todo tipo de pensamientos catastrofistas y exagerados que solo dejan la posibilidad de sentirse paralizados de miedo, temblando.

Entre una opción y otra, nos queda el buen SENTIDO COMÚN de siempre…ese sentido que ya decimos escasea de tanto que oscilamos entre el opium y la pornografía del miedo.

¿Cómo podemos transitar lo que está por venir de la mano del sentido común?

  1. Tomar conciencia de cuando oscilamos en engañarnos mediante la falsa positividad y la pornografía del miedo
  2. Elegir posicionarnos en el sentido común y aquietar nuestros sentidos para poder percibir desde ahí.
  3. Actuar desde el sentido común de forma tal que protegemos y aseguramos nuestra subsistencia y todo lo que sea necesario a nivel de previsiones que aseguren nuestro bienestar. Previsiones no basadas en el miedo sino en la seguridad y el espíritu sano y natural de protección hacia nosotros mismos y nuestras familias.
  4. Atención consciente para observar cuando las noticias de «ahí afuera» nos empujan nuevamente a caer en la falsa positivad o el miedo y ejercer la musculatura interna que nos devuelva nuevamente a la senda del Sentido común

 

El Futuro

Nadie conoce el futuro. Podemos tener intuiciones, sensaciones, algunos mensajes visiones, pero en última instancia el futuro general para toda la Humanidad responde a infinidad de criterios, opciones, posibilidades y giros inesperados en el último minuto. Luego colocarnos en escenarios imaginarios potencialmente falsos, no va a ayudarnos tampoco.

Pero lo que sí podemos hacer es establecer nuestro compás, nuestra guía interna hacia adonde queremos ir, visualizando diariamente en meditación el mejor escenario posible, sabiendo que hemos de soltar, no aferrarnos a él y simplemente enfocar nuestro barco personal en la dirección deseada.(Aferrarnos a un destino solo hace que éste se aleje más y percibimos que corremos tras él sin alcanzarlo nunca).

Podemos pedir a la Fuente, que potencie y ayude a manifestar esa dirección deseada PERO también hemos de abrirnos a considerar que para llegar a ese destino, quizás hemos de pasar por caminos con baches, desvíos, carreteras cortadas, peligros del camino que requieren de nuestra atención consciente, nuestra capacidad de previsión y nuestra dedicación gracias al sentido común.

Así que nuevamente, volvemos a la base de toda práctica espiritual:

  • Atención consciente
  • Aceptación de la realidad tal cual Es aquí y ahora.
  • Manejo eficiente de nuestras emociones
  • Atención a los «venenos» de la mente: el pensamiento exagerado, paranoico, distorsionado etc
  • Sentido común
  • Enfoque desde nuestro corazón hacia el mejor destino posible sabiendo que hay que soltar lastre
  • Fortalecerse con los valores espirituales de uno mismo y su conexión con la Fuente.
  • Tocar tierra, como el Buda, despejando así todos los fantasmas de la mente

 

Espero que esto os ayude a salir del opio positivista y de la pornografía del miedo

Un abrazo a todos, fuerza y ánimo

Barbara Meneses

www.purapresencia.com