Una igualdad electro-magnética

Sobre lo femenino

La energía femenina encarnada principalmente por la mujer y el aspecto femenino de los hombres es la energía magnética que atrae y crea vida mediante el movimiento rítmico del cuerpo emocional y vibratorio.

La Vida es una danza delicada entre las fuerzas eléctricas (masculinas) y magnéticas (femeninas) en todo aquello que contiene esa polaridad. Un exceso de energía eléctrica ocasiona que todo se queme por la abrasividad de la energía Yang encarnada por el principio masculino. De la misma forma, un exceso de energía magnética deja todo empantanado en lo líquido, lo emocional, lo lunar y reflexivo, incapaz de enraizarse, coger forma y concretarse en el mundo de la materia.

Las mujeres, portadoras de ese magnetismo natural que atrae, magnetiza y hasta hipnotiza, han sido tristemente utilizadas por aquellas fuerzas conocedoras de estos principios y que han usado la publicidad, los mensajes subliminales con el fin de empujarla a crear realidades para si misma y alrededor de si mismas, en sus familias, sociedades. Es la mujer la que magnetiza y atrae realidades hacia si misma y su entorno. Por ello las empresas de publicidad se dirigen a ella principalmente, la gran consumidora porque saben que ella decide cómo vibrarán en su familia.

La liberación de la Mujer pasa por la toma de conciencia de estas funciones tan primarias de las que ella es portadora natural, la toma de conciencia de la dinámica de la atracción, el magnetismo, la vibración y la resonancia con el fin de que desde la conciencia, las mujeres magneticen para si y las sociedades en las que viven, un mundo mejor, una vibración más elevada, justa equitativa e igualitaria para si mismas y sus relaciones y vínculos.

Esto mismo podemos llevarlo al mapa de la geografía mundial en donde nos encontraremos con naciones donde la Mujer ha quedado relegada en sus funciones y roles sociales, educativos, y el reflejo de ese desequilibrio se ve en la propia Naturaleza de esos lugares, reflejado en el clima seco, desértico, arenoso, desprovisto del agua, el elemento conectado con lo magnético, lo lunar, lo femenino por excelencia.

Cuando regresamos a los principios naturales de la vida, nos resulta más fácil detectar las causas de los desequilibrios y ello nos proporciona pistas para trabajar con nostros mismos y equilibrarnos nuevamente.

Cuando hablamos de Igualdad de las Mujeres, de la Mujer, de lo femenino, hemos de poder regresar a la raíz misma de las cosas, al electro-magnetismo de la vida descubriendo así que la danza entre elementos es bien necesaria para que los pilares que construyen toda realidad se sostengan en solidez y equilibrio.

Igualdad de la Mujer no es pues un concepto político con el que los líderes del mundo se llenen la boca y programen sus campañas políticas para atraer a la mujer. Igualdad de la Mujer pasa por el reconocimiento esencial de las fuerzas primigenias que acompañan al género femenino en armonía con el masculino.

Barbara Meneses

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