Una de las grandes lecciones por las que estamos pasando algunos de nosotros estos días, y que para muchos es una revisión de este aprendizaje vital, es el desgarro que sentimos cuando dejamos de ser nosotros mismos al percibirnos inundados por el material inconsciente, el trauma,los asuntos inconclusos, las energías densas que sentimos pertenecer a los demás.

Muchas personas tienen un patrón no reconocido de auto-sacrificio mediante el cuál dejan de ser ellos mismos, dejan de vivir su verdad esencial, aquella en la que están en paz, dicha, alegría, felicidad al entrar en contacto con la energía y vibración inconsciente de los demás.

Cuando estas personas perciben que “tocan” o “rozan” las vibraciones densas de las que son portadores los demás, se desconectan, corto-circuitan su conexión con su esencia, con la Vida, la Fuente, para unirse y mimetizarse como un camaleón con las vibraciones que perciben.

Se trata de una guerra auténtica de frecuencias, en las que la frecuencia más fuerte va a dominar a la más débil hasta que finalmente en un mismo espacio solo reine una frecuencia dominante.

Tristemente, quienes más alto vibran han desarrollado tanto su aspecto de auto-sacrificio, su ausencia de ego, que, no entendiendo bien su rol y función, abandonan su vibración-base más elevada que la que perciben en la densidad del otro y se unen a la vibración mayoritaria o dominante, rebajando su nivel vibratorio con todo lo que eso conlleva de separación de su esencia y de quien es realmente.
Su rol y función vibrando más alto que su entorno es precisamente el de INSPIRAR a quienes vibran de forma más densa, mediante su ejemplo, a que otros eleven sus propias vibraciones. Pero he aquí que nos escondemos, nos ocultamos nos apagamos dejando de cumplir nuestra misión lo que nos desgarra y noa aliena aún más haciendo que cuestionemos nuestra identidad, perdiéndonos en el Otro sin llegar a sentirnos cómodos en esa salsa tampoco.

El resultado final es perjudicial tanto para el que vibra alto como para el que está vibrando en mayor densidad pues se termina viciando la relación entre ambos generándose por ambas partes una percepción de sentirse atacado (El que vibra alto se siente atacado por el que vibra más bajo, el que vibra más bajo se siente atacado, juzgado y rechazado por el que vibra más alto) entre ambos se crea un muro de incomprensión que deja a ambas partes incómodos y sin hacer frente realmente a lo que sucede.

Para el que vibra más alto, el mensaje de esta experiencia es que ha de aprender plenamente a sostener su nivel vibratorio en medio del mayor de los caos y para ello ha de fortalecer los músculos internos que sostienen y apoyan su Pura Presencia. su ser verdadero. Estas personas tienen un historial de muchas vidas pasadas huyendo de si mismas en cuanto entran en contacto con vibraciones densas. Es muy posible que estas personas hayan (hayamos) nacido en este mundo tan denso precisamente para aprender a seguir siendo nosotros mismos sin fragmentarnos y escapar de nosotros mismos huyendo de la incomodidad que nos causa sentir la densidad que percibimos en el otro, densidad que posiblemente refleje la densidad interna de la cuál también huimos.

Esto va a seguir pesándonos hasta que lo resolvamos de raíz. Hemos de dejar de huir de situaciones mediante la huida interna de quienes somos en esencia, escondiéndonos bajo la máscara del camaleón para que nadie nos vea, nadie nos localice,nadie nos drene , nadie nos ataque…
Obsérvate en los escenarios de tu vida en los que suceden éstas dinámicas y deja de huir de ti mismo/a camuflándote en tu entorno. Has de brillar siendo quien tu eres. Cuando te apagas, te desconectas de tí mismo primero y luego de la Fuente, de todos tus dones y talentos…pierdes la perspectiva, caes en la oscuridad…el victimismo…No es una lección fácil pero tenemos que resolverla en esta vida. Si o si.
Ánimo a todos quienes se han visto reflejados por lo descrito aquí 

Ayer analizando esta situación con una persona descubrimos que ella lleva huyendo así de si misma y de las vibraciones densas desde Lemuria. Es demasiado tiempo para estar huyendo y desconectándonos sin darnos cuenta de nuestra esencia. Aprendamos a ser nosotros mismos apesar de TODO.

Barbara Meneses

www.baj-pendulos


Foto: Michel Bruna