Decíamos en otro post que la «realidad» mediática que quieren que consensuemos para validarla con nuestra energía y nuestra conciencia, (todo un pacto diabólico dicho sea de paso…porque nos aleja de nuestra esencia y nos fuerza a vivir desde una base invertida–) esa realidad es totalmente estática y por consiguiente falsa, pues no está basada en la propia fuerza de la Vida que es puro cambio, pura regeneración, pura alegría y explosión espontánea y natural de fuerza creativa que nos anima.

Si el propio Buda, El Despierto dijo que todo aquello que expresó en vida no era la Verdad… ¿acaso lo que dice nuestro canal de tv preferido lo es?

¿Por qué Buda dijo lo que dijo en esa ocasión?…

La Verdad no puede aprehenderse, no puede cogerse ni envasarse ni etiquetarse ni conservarse. En el momento en que pronuncias la verdad, el espacio y sustrato donde crece la Verdad ha cambiado, pues tal es la naturaleza del todo, absolutamente cambiante. La verdad que fue ya no es aquí y ahora han cambiado las reglas y la sustancia que conforma la esencia de las cosas.

Hemos pasado por un eclipse.Ha sido como pasar por un tunel o un reset. ¿Cuantos podemos percibir que ya no estamos en el mismo «territorio» en el mapa de nuestras conciencias, que el espacio que separa nuestros atomos y los une en esa vieja danza cósmica ya no es el mismo?

¿Cómo podemos escuchar la voz del pasado para definir nuestro presente?…

Solo tenemos una herramienta y queridos radiestesistas, nos tocó la lotería pues esa herramienta es EL SENTIR, la gran pieza clave de nuestro arte pendulero.

Es el sentir el que nos permite a cada instante captar los sutiles cambios que se operan en el substrato de la «realidad» sobre la que construimos nuestros objetivos, metas, nuestras vidas, anhelos, sueños y esperanzas.

Es sintiendo como podemos estar no ya a la última moda sino como pioneros oteando un horizonte aún por ser creado, percibiendo desde ese sentir los movimientos más sutiles de la Creación en la que participamos.

Tras el eclipse se siente la necesidad de crear una nueva estructura esta vez desde una base nueva, alejada de toda manipulación. El eje cáncer-capricornio nos ayuda a descodificar de qué forma se generará esta nueva estructura en nosotros: desde el SENTIR.

No tendremos planos de construcción ni otra guía que no sea nuestro sentir.

Sentir significa bajar a lo más profundo de nuestro vientre tanto el físico como el macrocósmico y afinar nuestra percepción sensorial y ultrasensorial para surfear las olas del cambio que vienen hacia nosotros, inexorables.

Si pretendemos trasladar la estructura arcaica al nuevo mundo que ante nosotros se abre, sólo crearemos torpeza e inflexibilidad. Sentir nos expandirá, nos alineará y nos ayudará a construir en sintonía con el nuevo pulso de Vida que ya late en nosotros.
Sintamos.

Bárbara Meneses

—————–
www.baj-pendulos.com

El post anterior hace referencia a este post:Tú defines la realidad