Imagina que estás en un túnel en una estación de autobús, en tránsito. Has dejado atrás lo viejo, tu viejo mundo pero el autobús que te lleva a tu nuevo destino aún no ha llegado. El revisor ha observado tu equipaje y te dice que no puedes viajar con la pesada maleta que cargas a cuesta y de la que no te quieres desprender porque tienes miedo de perder todo su contenido.

La Vida nos ha colocado en esa situación en estos momentos y seguiremos EN TRANSITO hasta que resolvamos nuestro equipaje. Noviene el autobus hacia el nuevo mundo si antes no aligeramos la carga que llevamos.

La densidad que nos acompaña está siendo expulsada de nuestro cuerpo, de los músculos,las articulaciones, de todo nuestro cuerpo físico incluido nuestros cuerpos sutiles. Lo estamos viendo, percibiendo y sintiendo y es incómodo. Nos hace sentirnos confusos, desorientados, tristes, deprimidos, frustrados, cansados, asustados. ¿Nos está pasando algo maloe irreversible? Nos preguntamos…

Entonces surgen las viejas maniobras de negar, renegar, juzgar o proyectar sobre los demás lo que estamos expulsando de nosotros, pero IMANTADO con nuestro apego,esa densidad vuelve a nosotros como un boomerang para adherirse a nuestra fijación por aquello mismo que renegamos o rechazamos yasí, PROLONGAMOS más el sufrimiento y nuestra estancia en TRANSITO.

¿Qué hacemos entonces?, preguntaréis… Trabajar nuestros apegos… dejar de sentirlos “nuestros”, verlos como lo que son: apegos y SOLTARLOS… no proyectarlos o dárselos a otras personas para que lo procesen por vosotros sino soltarlos porque habéis eliminado en vosotros el imán del apego que los atrae irrremisiblemente hacia vosotros tan pronto los rechazáis.

Es trabajando vuestros apegos que resolvéis el contínuo ir y venir de estados de densidad que están aflorando de nuestro sistema. No podemos cargar con esos apegos.

Lo que estamos viviendo colectivamente en el proceso de Ascensión (para quienes elijan creer que hay tal proceso) es algo parecido al BARDO, el tránsito entre la Vida y lo que hay más allá del Umbral de la “Muerte”, del tránsito de un estado a otro. En el Bardo, nos vemos tal cuál somos en el espejo de nuestra conciencia y descubrimos el fruto auténtico de todo lo que cultivamos realmente en esta vida. Para algunos son imágenes terroríficas, las deidades iracundas que nutrimos con nuestras elecciones y emociones, para otros son visiones de deidades pacificas fruto dela paz y la ecuanimidad con la que vivieron sus existencias. Para otros es una mezcla de ambos estados.

Estamos en un tránsito similar, revisando el equipaje… el autobus que vendrá a recogernos nos espera cuanto más ligeros,mejor, incluso si vas desnudo, con la Luz de tu Esencia como única compañera mejor que mejor.

Por eso estamos nerviosos, cansados, frustrados, porque nos hemos IDENTIFICADO con el equipaje que cargamos a cuestas desde hace mucho. La IDENTIFICACION es la raíz del APEGO. Sufrimos por apego.

Suelta la identificación, dale las gracias a tus apegos, y desvístete de ellos… deja en la estación la pesada maleta de tus apegos.

Barbara Meneses

www.baj-pendulos.com