En radiestesia el 95% de los fallos que cometemos se deben a preguntas mal formuladas. A menudo nos damos cuenta de que el principal problema que tienen las personas que quieren iniciarse en el arte de la radiestesia es que aún tienen mentes «desordenadas» y un lenguaje poco preciso para calificar las cosas que desean medir o testar. Esto plantea bastantes desafíos al comienzo de nuestra práctica pues ante la natural inseguridad que podemos tener al abordar una nueva modalidad o afición, se le añaden las limitaciones que podamos experimentar con nuestras mentes al nunca haber requerido ser precisos en la formulación de preguntas.

Preguntar es un arte poco enseñado en nuestras sociedades. De hecho, a menudo crecemos con una enorme pobreza a la hora de preguntar. A veces incluso lo hacemos con monosílabicas expresiones, o lo hacemos inseguros y con miedo de preguntar.

Recordemos que hasta no hace muchos años, algunos países incluido España, han vivido en dictaduras. Un dictador dicta y no quiere personas que formulen muchas preguntas para no cuestionarse su modo de proceder. Por ello, en el inconsciente colectivo de muchas personas, el temor a preguntar está enraizado tan profundamente que ni lo reconocen.

Paises dictadores engendran familias con patrones dictadoriales, por mimetismo.Generaciones anteriores a esta reconocerán en sus casas padres que funcionaban con el tradicional «yo ordeno y mando», «en esta casa se hace lo que diga yo», expresiones que marcaban una tajante prohibición consciente o inconsciente a preguntar, cuestionar, plantearnos cómo podrian ser las cosas si las hiciésemos de otro modo.

Tristemente, estos patrones generados en países con dictaduras, también han ocultado la presencia de la ignorancia como la base de una sociedad que no preguntaba ante el temor de parecer ignorante. Nuestros egos heridos por sentirnos inferiores a otras naciones, otros colectivos, otras clases sociales nos mantienen enclaustrados en viejos modos de proceder, solo por no atreverse a preguntar si podríamos hacer las cosas de un modo mejor.

Ego, ignorancia y control del poder, estarían en la base de esta dificultad que hoy en día tienen muchas personas a cuestionarse a si mismas, sus vidas, sus patrones u hábitos, sus elecciones y decisiones personales, colectivas y sociales.

Preguntar está en la base de todos los inventos y todas las soluciones que una sociedad puede encontrar. Una sociedad que no pregunta es una sociedad que no evoluciona, que no crea, que no inventa. Una sociedad que no pregunta es una sociedad que solo puede copiar y engendrar personas que copian.

Preguntar está en la base del crecimiento de la Humanidad. Sobre todo preguntar «¿Cómo podría hacer las cosas de otro modo para el mayor bien de todos nos llevaría de lleno a una sociedad igualitaria, amorosa e iluminada, pues con cada respuesta que obtengamos a esa pregunta formulada en todos los contextos posibles, estaríamos obrando cambios estructurales y resolviendo de raíz los males endémicos de nuestras naciones.

Cuando practicamos radiestesia hacemos mucho más que mover el péndulo. Estamos moviendo las fuerzas mismas de la Creación al tiempo que organizamos nuestra mente  y nuestra conciencia para que actúen como un láser taladrando desafios, problemáticas con el fin de hallar la solución.

Una pregunta previa a nuestra práctica radiestésica y que nos ayudará a movilizar el Subconsciente en la dirección óptima es repetir periodicamente la pregunta:

-¿Cuál es la pregunta correcta para la respuesta más acertada?

La capacidad de preguntar está intimamente conectada con los chakras del Tercer Ojo y la Garganta y Coronilla. Principalmente se debe a la cantidad de energía Shen que disponemos, como indican en Medicina Tradicional China o la capacidad de generar la energía suficiente para movilizar nuestra Conciencia y ponerla al servicio de esa búsqueda de respuestas. Más que inteligencia, lo que requiere una buena capacidad de formular preguntas es acceso a la Sabiduría innata que todos tenemos o a la que todos tenemos acceso.

Crecer como radiestesista es crecer como Ser Humano, sobre todo si ponemos nuestros péndulos, al servicio del Mayor Bien Común.

Recordemos la máxima de Buckminster Fuller quien se enriqueció en diferentes proyectos aplicando el principio de actuar siempre favoreciendo al menos a tres colectivos:

-La Madre Tierra

-Los demás

-Nosotros mismos


Bárbara Meneses

www.baj-pendulos.com